Taxímetro de los años 50 fabricado en Francia por la firma S.A.F.A.A. Era el modelo casi único y estándar en aquellos años. Casi todos los taxis de Madrid equipaban uno. Eran mantenidos por la firma “Taxímetros Reyner” en la calle marqués de Zafra 15 de Madrid y muchos de ellos estuvieron operativos hasta finales de los 70. Se trata de una unidad en un estado inmejorable y bastante difícil de encontrar hoy en día.

Modelo “Contador de Agua”

La base de esta lámpara es una contador de agua de principios del siglo XX. Fabricado por Industrias Lux en Ludwigshafen (Alemania).

Adolf Friedrich Lux tenía un doctor en químicas, en 1882 fundó las plantas industriales Lux en Ludwigshafen. Construyó instrumentos de medición para el agua y para el consumo de gas. Los contadores de gas fueron particularmente importantes para el inicio de la construcción de alumbrado público no sólo en Alemania sino en todo el mundo. En 1898 Lux también comenzó a construir coches en Ludwigshafen, cuyo modelo más emblemático fue el “Lux-Tonneau”, modelo equipado con un motor bóxer de 2 cilindros y 4 tiempos que desarrollaba una potencia de  10 CV y una velocidad máxima de 50 km/h.

Modelo “EMT”

En esta ocasión utilizamos como base de nuestra lámpara una máquina expendedora de billetes TIM, utilizada en los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid desde mediados de los años 60 hasta el año 1997. Este modelo es único y excepcional ya que es uno de los pocos que aún conserva la base de sujeción, base que normalmente iba fija al autobús y se achatarraba con éste cuando era dado de baja del servicio. Estas máquinas eran conocidas popularmente como “churreras” y se da la circunstancia de que el precio del billete no aparecía en el mismo pese a tener un espacio fijado para ello. Esto no es consecuencia de un mal funcionamiento de las máquinas sino una mera cuestión práctica ya que cada vez que se producía una variación en la tarifa del autobús había que modificar manualmente todas y cada una de las cientos de máquinas que estaban en servicio lo cual suponía que varios operarios estuviesen toda la noche cambiando el precio a imprimir en cada una de las máquinas. Se optó por el procedimiento mucho más práctico de no indicar el precio en el billete y colocarlo en un cartel informativo en los autobuses.

Utilizamos un farol de alumbrado ferroviario para realizar nuestra lámpara. Se trata de una linterna de carburo o “carburero” utilizado para varios tipos de trabajos como auxilio, revisión de frenos, etc. y dispone de dos depósitos. Un depósito trasero para el agua y un depósito inferior para el carburo. El carburo de calcio, es un compuesto químico de color griáceo y reacciona exotérmicamente con el agua para dar cal apagada (hidróxido de calcio) y acetileno, que es el compuesto que sale por la mecha y produce luz al quemarse. Generalmente los trozos de carburo que se utilizaban eran de un tamaño algo menor que una nuez. El consumo aproximado de este tipo de lámparas es de 25 gramos de carburo por hora por lo que con una carga de 250 gramos podían durar unas nueve o diez horas.

Este farol fue fabricado por Hermegildo Mozo, reconocido farolero de Valladolid que comienza a fabricar faroles a finales de los años 20. Llegará a ser un fabricante de relativa importancia a nivel nacional diversificando posteriormente su negocio al montaje en industrias como FASA Renault de Valladolid

¿Quién no recuerda el querido y popular Seat 600? Vehículo emblemático de la España del desarrollismo. Producido entre 1957 y 1973 fue el coche que movilizó a medio país ya que casi toda la clase media española de aquellos años tuvo uno. El precio de venta al público del primer modelo de 600 fue de unas 65.000 pesetas de la época (unos 390 Euros). De este modelo se fabricaron varias versiones, la “Normal”, la “D”, la “L” y la “E” sin contar con otras versiones más exclusivas y fabricadas por carroceros independientes o bien como versiones especiales.

El velocímetro que hemos utilizado para construir nuestra lámpara corresponde al modelo “D”  fabricado entre 1963 y 1970 y se encuentra en un estado de conservación magnífico. Casi todos los que han logrado sobrevivir hasta nuestros días tienen la carcasa de plástico muy deteriorada por los efectos del sol al igual que la esfera del velocímetro y los números de los totalizadores de kilómetros recorridos. Nuestra unidad está muy bien cuidada y puede aguantar perfectamente otros 50 años.

Modelo “Soplete”

Construida sobre la base de un soplete marca Serrot modelo P de los años 50. Estos sopletes eran comúnmente utilizados por los fontaneros en los años 50 – 60 y utilizaban gasolina como combustible. Para hacerlos funcionar era necesario precalentar la boquilla y una vez caliente se inyectaba aire mediante el émbolo situado en el mango. Los vapores de gasolina salían por la boquilla precalentada a presión y el efecto venturi se encargaba de que el aire exterior se combinase con esos vapores generando una llama de alto poder calorífico capaz de fundir el plomo y calentar rápidamente las tuberías a soldar. Serrot es probablemente la marca de sopletes más conocida de aquella época habiendo fabricado miles de ellos a lo largo de su historia. También fabricaba silbatos.

Modelo “Taxímetro Años 60”

Lámpara construida sobre la base de un taxímetro ARGO T12 de la marca alemana Kienzle GMBH.

Este modelo comenzó a fabricarse en Alemania en el año 1958 y equipó a taxis de todo el mundo. En los taxis de Madrid se empezó a utilizar a principios de los 60 y estuvo en funcionamiento hasta los 90. Unidad en muy buen estado.

Modelo “Rayos X”

Usar un tubo de rayos X para hacer una lámpara puede sonar redundante. Una lámpara hace otra lámpara. Un tubo de rayos X es una válvula de vacío utilizada para la producción de rayos X, emitidos mediante la colisión de los electrones producidos en el cátodo contra los átomos del ánodo. Los tubos de rayos X evolucionaron a partir del aparato diseñado por William Crookes, con el que Wilhelm Röntgen descubrió los rayos X a finales del siglo XIX . La disponibilidad de una fuente controlable de rayos X posibilitó el desarrollo de la radiografía, técnica con la que se visualizan objetos opacos a la radiación visible. Los tubos de rayos X también se utilizan en los escáneres TAC, los controles de equipajes de los aeropuertos, los experimentos de difracción de rayos X y la inspección de productos y mercancías. Existen diversos tipos de tubos de rayos X, optimizados para diferentes aplicaciones. Todos los tubos modernos están contenidos en una coraza protectora y su operación está sujeta a reglamentaciones para evitar una exposición a dosis nocivas de rayos X.

Hemos utilizado una válvula de ánodo rotatorio que es un tubo de Coolidge en el que se hace girar el ánodo mediante inducción electromagnética generada por estátores situados alrededor del tubo. Al girar, el calor generado por el impacto del haz de electrones se distribuye sobre una mayor superficie, lo que permite aumentar la intensidad del haz de electrones en aplicaciones que requieran una alta dosis de rayos X. En concreto se trata del modelo M-641 de 130 KV. Una válvula preciosa y muy delicada. Este tipo de tubos son muy difíciles de conseguir y la mayoría de los existentes están en manos de las casas comercializadoras a modo de piezas de Museo